La colección de canciones es bastante atípica, con una apertura moderna y melódica en “Pleasures of The King,” cuya letra considera diversos verbos que reflejan las acciones que el Rey gusta de realizar, como “Sanar un cuerpo quebrantado / Reparar un corazón roto / Entretejer hogares saludables,” para concluir con que el mayor placer fue entregar a Su Hijo, para servir y salvar. La interpretación de Green es pausada y relajada, sin gran despliegue operático — por ahora, porque sólo al final reaparece el tenor, pero en latín, interpretando “Non Nobis Domine.” La percusión es programada, al igual que en casi todas las pistas.
La mencionada “Thread of Scarlet” navega sobre influencias musicales hispánicas y arábigas, disminuyendo aún más el ritmo, e invitando a la adoración en coro al final sobre suaves acordes de The Nashville String Machine.
“God of Wonders” sin duda será la favorita de quienes aprecian el estilo contemporáneo adulto típico de trabajos anteriores de Green, con un toque de modernidad y orientación a la adoración. El estilo musical cambia abruptamente en “If We Answer,” la única pista con banda completa, que resalta las guitarras de Denté y McPherson en una mezcla con ágil batería y bajo, que evocan la época de oro del pop/rock de la banda Whiteheart — en la que Steve Green también estuvo muy en sus inicios.
Green colaboró en la escritura de dos canciones; la meditativa “I Will Go” y una nueva composición para matrimonios, la tierna y esperanzada “Holding Hands.” La composición e interpretación épica al estilo de otros clásicos de antaño recién llega con “Sacrifice of Praise,” que deja algo de espacio para el despliegue vocal de Green, sobre los energéticos arreglos orquestales que evocan pasajes del álbum Freedom de Michael W. Smith.
Cortesia: Promomusica
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